El viernes 21 de marzo de 2014 se escucharon cuatro
declaraciones. En primer lugar declaró por teleconferencia Roberto René Achares, quien permaneció secuestrado en La Cacha
durante 1977 por más de cuatro meses.
Roberto René Achares
declarando desde Bahía Blanca
Roberto vivía en 7 y 609, La Plata , con su mujer y sus
tres hijos. El 22 de abril de 1977 atacaron su casa fuerzas de seguridad. Una
pareja conocida, perseguida por las fuerzas de seguridad, había llegado ese
día. La mujer fue asesinada y el hombre pudo huir. Roberto fue encapuchado, golpeado
y en el baúl de un auto fue transportado hasta La
Cacha. Su mujer, sus tres hijos y el niño de la pareja
fueron llevados a la
Comisaría 8va de La
Plata , en donde permanecieron varios días.
Ya José Enrique Núñez, hermano de María Rosa Núñez,
se refirió a este hecho en su declaración del 5 de marzo de 2014; entonces dijo
que su hermana fue asesinada en ese operativo y su cuñado, Juan Carlos
Rodríguez, pudo escapar.
Roberto destacó además el despliegue de efectivos,
armas y violencia que emplearon en el operativo; sólo quedó media casa en pie.
Una vez en La Cacha ,
fue golpeado y llevado a un recinto en el que permaneció engrillado de pies y
manos, con la visión tapada como los demás secuestrados. Fue torturado en dos
ocasiones por personas que no pudo reconocer.
Roberto tenía militancia gremial y barrial en la Juventud Peronista
y más tarde en la JTP. En
la época de su secuestro trabajaba en Sancor.
Relató que dentro de La Cacha
permaneció siempre en el mismo lugar y que recordaba pocos nombres. Se refirió
también a las diferencias en el trato de los guardias, la incomunicación a la
que estaban sometidos permanentemente y los gritos incesantes a causa de las
torturas.
Indicó además que en dos oportunidades personal de
fuerzas de seguridad de la zona de Bahía Blanca habrían ido a La Cacha
para llevárselo, pero quienes manejaban este campo de concentración no lo
permitieron.
Entre los guardias y torturadores mencionó a Carlitos, El Oso, El Francés.
También supo de la presencia de un sacerdote, que habría estado en el lugar al
menos dos veces y tenía acceso al lugar en donde estaban engrillados.
En una oportunidad lo llevaron a un recinto aledaño
al lugar en el que permanecía secuestrado; allí le hicieron una especie de test
piscológico, según su calificación. Un hombre vestido con uniforme de alguna
fuerza de seguridad le hizo preguntas sobre su militancia peronista y le hizo
realizar ciertos dibujos.
Poco después, una noche, lo fueron a buscar y lo
trasladaron con otra persona a la
Comisaría 8va de La
Plata por dos o tres días; poco después a la Unidad 9, en donde
permaneció un largo período en la enfermería recuperándose de las consecuencias
de su secuestro.
Roberto fue liberado con Ricardo Victorino Molina,
quien declaró en este juicio el miércoles 12 de febrero de 2014.
Después de su liberación definitiva, permaneció un
año bajo libertad vigilada; debía ir a la Comisaría de Villa Insuperable y a la Brigada de San Justo para
este control.
Finalmente, agradeció el poder declarar y se excusó
por la pérdida de muchos recuerdos después de 37 años.
Antes de comenzar la segunda declaración del día, el
defensor oficial Martín José Adrogué, informó que Roberto Armando Balmaceda
hacía una “huelga de presencia y de hambre” porque el Tribunal no lo recibía.
Más tarde, el mismo defensor explicó que se trataba sólo de un malestar y que
el imputado pedía permiso para no estar presente por ese motivo.
Luego declararon Juan
José Picardi e Ilda Raquel Picardi,
ambos hermanos de Félix Eduardo Picardi.
Juan José Picardi
Ilda Raquel Picardi
La familia es oriunda de Mercedes. Félix estudiaba en
la Facultad
de Veterinaria de la
Universidad Nacional de La Plata , en donde fue miembro de la Comisión Directiva
del Centro de Estudiantes, elegido por sus compañeros.
El 30 de marzo de 1976 fuerzas de seguridad atacaron
a la abuela paterna en su domicilio en Mercedes buscando a Félix. A partir de
entonces sintieron que la persecución había comenzado.
El 18 de abril de 1977 Félix fue secuestrado en La Plata con su esposa,
Cristina Lucía Marrocco, embarazada de 2 meses en ese momento. Supieron que se
trató de un operativo notorio, en el que cortaron la calle; luego el domicilio
fue saqueado. Según los testigos del momento, Cristina fue amordazada y llevada
en el baúl de uno de los dos autos que participaron en el hecho.
Félix trabajaba en una panadería; su padre no sabía
el domicilio exacto de Félix en La
Plata. Al no tener noticias de su hijo, fue a buscarlo cuadra
por cuadra, con una foto en la mano, hasta encontrar el lugar.
Poco tiempo después la familia supo que Félix
permanecía con vida a través de una persona liberada que había estado con él.
El padre de Félix realizó innumerables gestiones para
averiguar el paradero de su hijo; apeló a sus contactos en las fuerzas de
seguridad –integrantes del servicio penitenciario, el Coronel Sullivan- y en la
iglesia sin resultados. Recurrieron a la curia de Mercedes; Monseñor Bescós les
informó que estaría en “El pozo” en La Plata. Apelaron
también a las familias Agosti y Videla, que anteriormente habían colaborado
para que Félix se alejara de Mercedes.
Más adelante supieron que estuvo secuestrado en La Cacha ,
que fue torturado y que habría muerto en una sesión de tortura.
También que la hermana de Cristina, Susana María
Marrocco, había sido secuestrada el día anterior, el 17 de abril de 1977.
Juan José se refirió al dolor, el daño inmenso que la
desaparición de Félix causó a toda la familia. Su madre lo esperó siempre,
también su padre. Ilda Raquel también recordó el sufrimiento de sus padres, el
duelo que no podían terminar. Ella se exilió en Brasil y luego en Holanda
durante varios años y colaboró con organismos de Derechos Humanos.
Por último, declaró María Cecilia Marcela Corvalán, hermana de María Elena Isabel
Corvalán.
María Cecilia Marcela
Corvalán
María Cecilia declaró que en febrero de 1977 vio por
última vez a su hermana mayor, Ele. Ella tenía entonces 13 años. Con sus padres
fueron a Capital Federal para encontrarse con María Elena en las Galerías
Jardín, quien en ese entonces estaba embarazada de 3 meses.
Durante un tiempo sus padres le ocultaron a María
Cecilia que Elena había sido secuestrada. En agosto de ese mismo año María
Cecilia atendió el teléfono y una mujer que decía llamar desde la cárcel le
informó que Elena había dado a luz a una niña por cesárea; la había llamado
Lucía y había pesado 3.500
kg al nacer y habría nacido el 8 de agosto de 1977.
Cuando cumplió 18 años, María Cecilia comenzó a
conocer a su hermana desaparecida; Elena le había dejado una caja con sus
diarios. A partir de éstos fue conociendo su vida y sus ideas. Más adelante se
interiorizó sobre lo sucedido con su hermana y la búsqueda de su sobrina.
También se refirió al difícil proceso de
identificación de Lucía; durante un tiempo ella y la familia Suárez Nelson
mantenían la expectativa sobre una joven que no accedía a realizarse el
análisis inmunogenético que confirmaría o descartaría el parentesco. Tiempo
después de entrar en contacto con ella y establecer una relación, la joven
accedió, confirmándose que se trataba de la hija de Elena.
María Elena había militado en Montoneros y muchos la
conocían como Mónica o La
Negrita.
La responsabilidad por la apropiación de la hija de
Elena no es tratada en este juicio. Sólo se juzgó a su apropiador Omar Alonso y
la persona que la entregó, Juan Carlos Herzberg, en un juicio realizado en
2010. Más información en:
Para el miércoles la audiencia fue convocada a las
10.00 hs. Se prevé la declaración de la familia Bojorge.
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