La jornada del
miércoles 16 de julio de 2014 comenzó cerca del mediodía en forma accidentada.
El defensor oficial
ad hoc, Martín José Adrogué, solicitó
que se suspendiera el proceso por su defendido Jorge Héctor Di Pasquale, ya que
el mismo manifestó querer estar presente en todas las audiencias y se vería
impedido de hacerlo por razones de salud. El tribunal rechazó el pedido,
entendiendo que puede tener acceso al proceso a partir del registro
audiovisual.
Por otra parte, el
abogado dijo no haber estado al tanto de la decisión del tribunal de continuar
en la presente audiencia con las indagatorias que restaban, por lo que solicitó
un cuarto intermedio para comunicarse con sus defendidos, quienes estaban
aguardando en Ezeiza para realizar sus declaraciones por teleconferencia, asistidos
por Damián Brumer.
Después de otros
pedidos de las defensas, se escuchó la declaración testimonial de Patricia Bernardi, miembro fundadora
del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) y coordinadora del área de
laboratorio del organismo.
Comenzó su
declaración refiriéndose a los pasos generales que siguen en cada investigación
para determinar la identidad de restos humanos encontrados. Indicó que se
realiza una investigación preliminar, basada en fuentes orales y escritas;
luego avanzan en el trabajo de campo, en el que se recuperan los restos óseos;
a continuación el trabajo se centra en el laboratorio, para reconstruir y
asociar los restos encontrados y finalmente se trata de determinar la identidad
comparando la información genética de los restos con los distintos grupos
familiares.
Luego se refirió en
particular a la identificación de los restos de Olga Noemí Casado. Un acta de
defunción certificaba el ingreso en el Cementerio de La Plata de una persona, N.N.,
de sexo femenino, de cerca de 25 años, fallecida el 1° de marzo de 1978 por
hemorragia interna causada por proyectil de arma de fuego. En la Causa Alaye se
solicitó entonces la exhumación de aquellos restos que yacían en una fosa
individual. Al realizarse la excavación en 2009, encontraron en ella restos
óseos, vestimenta y varios proyectiles.
Patricia se refirió
detalladamente a las lesiones que encontraron en el análisis de laboratorio.
Hallaron orificios producidos por proyectiles en el cráneo y lesiones en varios
huesos; al menos seis impactos de bala pudieron verificarse por el daño hecho
en las piezas óseas, pero en la fosa se encontraron restos de diecisiete
proyectiles. También señaló que la identificación de los restos fue rápida y
que pudieron determinar que se trataba de Olga Noemí Casado, secuestrada el 11
de octubre de 1977, embarazada de entre 7 y 8 meses, vista en La Cacha
por Juan Carlos Guarino y Bonifacia Díaz, asesinada el 1° de marzo de 1978 y
luego inhumada en una fosa individual.
A continuación se
refirió brevemente a la identificación de los restos del compañero de Olga,
Juan Oscar Cugura, cuyos restos también habían ingresado en el Cementerio de La Plata como N.N., con fecha
de defunción el 11 de octubre de 1977.
También indicó que
el EAAF participó en las pericias de exhumación e identificación de los restos
de otras ocho personas que permanecieron secuestradas en La Cacha.
El 22 de septiembre
de 1977 ingresaron en el Cementerio de La Plata los restos de cuatro hombres y cuatro
mujeres como N.N. Después de consultar fuentes orales y documentales, el EAAF
procedió a exhumar los restos de este grupo y lograron identificar en él a
Stella Maris Bojorge, María Ilda Delgadillo, María Susana Leiva, Octavio
Alcides Barrenese, Adrián Claudio Bogliano y César San Emeterio. Restan
identificar una mujer y un hombre.
Por otra parte, en
el Cementerio de Avellaneda, excavaron una fosa común en la encontraron restos
de dos hombres y una mujer enterrados como N.N. De este grupo fueron
identificados María Magdalena Mainer y Pablo Joaquín Mainer y resta identificar
un hombre. Señaló que los restos de Pablo Joaquín presentaban lesiones nunca
antes vistas: cortes efectuados en las articulaciones con hojas finas y anchas,
tal vez con el próposito de desmembrar el cuerpo.
Después de este
testimonio, se escucharon las declaraciones indagatorias de cuatro imputados
por teleconferencia desde Ezeiza.
En primer lugar lo
hizo Miguel Ángel Amigo, quien
declaró que en el año 1978 se encontraba ausente de La Plata. Dijo que el 15
de noviembre de 1976 fue herido y, después de haber permanecido internado, fue
llevado en helicóptero hasta su casa, ubicada en el Barrio Parque Gral. San
Martín; tenía entonces 29 años. Luego permaneció internado en el Hospital
Militar de Campo de Mayo y también fue tratado en el Hospital Militar Central;
además de su herida en el pulmón izquierdo recalcó que sufrió de “síntoma
postraumático de guerra”. Dijo también que hasta febrero de 1977 estuvo bajo
tratamiento psicológico y que pudo tranquilizarse de la vida tan terrible que
llevaba antes, luchando contra la subversión.
Agregó que a partir
de su recuperación y hasta fines de 1978 estuvo cursando en la Escuela Superior
de Guerra. Repasó también sus estudios en el Colegio Marista, Don Bosco, la Universidad de El
Salvador; allí estudió Recursos Humanos y fue profesor en durante ocho años.
A continuación se
expresó Carlos del Señor Hidalgo Garzón
quien, si bien no declaró, se refirió extensamente a su salud. Indicó que está
bajo tratamiento psicoterapéutico y que después de haber sido herido en la Guerra de Malvinas enfermó
psiquiátricamente. Solicitó ser atendido por algún psiquiatra especialista en
veteranos de guerra. También se refirió a su profesión: es abogado,
especializado en derecho administrativo y criminología.
Finalmente, Luis Orlando Perea y Ricardo Armando Fernández decidieron no
declarar; el último sólo se refirió a sus problemas de salud: padece depresión
ansiosa y debe consumir una dieta especial.
La próxima
audiencia fue convocada para el viernes 18 de julio a partir de las 10.00 hs.
Se prevé escuchar la declaración de miembros del Equipo Argentino de
Antropología Forense (EAAF).
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