La jornada del viernes 6 de junio de 2014 comenzó con
la declaración de Teresa Calderoni
por teleconferencia desde San Juan. Teresa permaneció secuestrada en La Cacha
durante 1977.
A fines de aquel año se encontraba estudiando con
unas compañeras para rendir un examen de enfermería en la casa de Nora Formiga,
cerca del Regimiento 7 en La
Plata. Ese día eran, además de ella, cuatro mujeres más;
según dijo estaban Ana María Nacarato, Nora Formiga, Elena Arce –profesora
suya- y una chica embarazada a quien no conocía.
Allí irrumpieron unos hombres y las sacaron a
empujones y patadas y vendadas y esposadas las trasladaron a La Cacha.
Norma aclaró que antes de ser trasladadas la chica
embarazada tomó una pastilla para suicidarse; un gendarme ordenó suministrarle
lavandina para provocarle vómitos y así lo hicieron.
Al llegar a La
Cacha Teresa fue interrogada bajo tortura. Luego fue
llevada a otro lugar en donde la alojaron sola. Tiempo después supo que había
muchas personas, hombres y mujeres, en su misma condición, que permanecían
tiradas en colchones en el suelo, esposadas y encapuchadas. En el lugar los
guardias comenzaron a llamarla La Tana , porque ella
es italiana.
Pudo ver que el lugar estaba rodeado de césped;
escuchaba un tren y perros. Recordó además que el maltrato era permanente en la
forma de hablarles, de servirles la comida como animales, en no permitirles
comunicarse entre sí. Por las noches escuchaba muchos disparos; ella lo
relacionaba con la muerte de los secuestrados.
También mencionó que la obligaban a barrer la parte
superior del lugar en donde estaban alojados.
Entre los guardias y torturadores mencionó a Palito.
Antes de ser liberada, pudo conversar con Nora
Formiga, que estaba muy mal física y moralmente; había sido muy torturada. Nora
además le dijo que la embarazada que secuestraron de su casa no estaba más
allí, pero que había dado a luz. Teresa sabía solamente que la joven decía ser
de la provincia de Chaco y que su marido no estaba en la ciudad.
Relató también que al ser liberada fue llevada en un
auto, con dos hombres que le decían que debía olvidarse de todo lo que le había
sucedido y que sería controlada. La dejaron en una parada de colectivo, le
dieron un pulover y se fueron.
Dos años después, mientras ella trabajaba en el
Hospital Naval, un suboficial de la marina la perseguía en el lugar y llegó a
decirle que él la había cuidado en La
Cacha ; incluso el mismo hombre fue a su casa. Teresa nunca
supo para qué ni cuál era su identidad.
Señaló que esta experiencia tuvo consecuencias
terribles en su vida y que hasta el presente continúa con tratamientos
psicológicos para poder olvidar.
La declaración de Teresa fue interrumpida en varias
oportunidades por los planteos formulados por los defensores Martín Adrogué,
Fernando Buján y Juan José Losinno. El tribunal reprendió nuevamente a los
abogados recordándoles que deben permitir que los testimonios se desarrollen
sin interrupciones. Asimismo, indicaron al abogado Losinno que el conocimiento
de la prueba es responsabilidad de cada uno de los actores, ya que el mismo se
quejó por desconocer ostensiblemente el auto de elevación a juicio.
A continuación declaró Fátima de los Ángeles Cristal, amiga del imputado Raúl Ricardo
Espinoza. Dijo conocerlo desde hace veinte años a través de la esposa de aquel,
llamada Gladys. Afirmó que el integrante de inteligencia del Ejército fue
entrenador de fútbol de niños, hincha de Estudiantes de La Plata y River, que suelen
llamarlo Chapa, porque tiene una chapa
en la cabeza y que considera que es una buena persona.
Luego fue el turno de Solange Surai Bertoldi Real, vecina del imputado Raúl Ricardo
Espinoza. Indicó que lo conoce desde hace pocos años y destacó que el imputado
le prestó una vez un enchufe cuando se mudó. Considera que es buen vecino y
también refirió que fue director técnico de una escuela de fútbol infantil y
que es hincha de Estudiantes de La
Plata y de River.
A continuación declaró Mirta Graciela Delgado, también vecina del imputado Raúl Ricardo
Espinoza, a quien conoce desde 1991. Sabe que trabajó de gestor, con fútbol
infantil y también está convencida de que es bueno, servicial y buen vecino.
Luego declaró Enrique
Esteban Lyde, amigo del imputado Raúl Ricardo Espinoza. Dijo conocerlo
desde 1986 y haber trabajado con él en varios clubes con fútbol infantil. Sabe
que Espinoza trabajó como gestor y luego en Bagó. También cree que es una buena
persona. Agregó que vive con su esposa y el nieto de ésta y que es hincha de Estudiantes
de La Plata y
River.
En último lugar declaró Elsa Marta Rumbo, prima de Ana Inés Della Croce.
Afirmó que tenía mucha diferencia de edad con su
prima Ana Inés y que desde 1969 vive en Mar del Plata. Desde entonces dijo
haber perdido el vínculo con esa parte de la familia, a quienes sólo veía al
compartir las reuniones familiares.
También dijo que supo de la “detención” de su prima a
través de su tía y por comentarios de su madre. Por lo demás, había temas que
la familia no tocaba y evitaban los temas políticos. Agregó que no volvió a
hablar con su tía del tema y que no supo nunca las gestiones que se realizaron
para ubicar a Ana Inés. También negó haber conversado sobre esto con su marido,
Daniel Eduardo Robelo, quien declaró el 23 de mayo en esta causa y se encuentra
actualmente imputado en la causa Base III de Mar del Plata en la que se
investigan los crímenes cometidos por el circuito represivo de la Marina.
En el final de la jornada, el abogado Martín Adrogué
indicó que su defendido Miguel Osvaldo Etchecolatz no podría ampliar su
indagatoria por cuestiones de salud. Por su parte, Losinno recusó nuevamente al
presidente del tribunal, Carlos Alberto Rozanski, puesto que teme su
parcialidad ya que el juez participó en juicios anteriores en donde declararon
algunos testigos que vuelven a declarar, como Teresa Calderoni.
Después de un cuarto intermedio, el tribunal resolvió
rechazar in limine el planteo
recusatorio del defensor, ya que consideró que el mismo encubre otros planteos
como la objeción de la prueba que no realizó en su momento u objetar las
preguntas durante el interrogatorio.
La próxima audiencia fue convocada para el miércoles
11 de junio a partir de las 10.00 hs. Se prevé la declaración de Clara María
Elsa Petrakos, Gonzalo Leónidas Chaves, María de Montserrat Olivera y Alfredo
Tarruela.
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