El viernes 14 de marzo de 2014 se escucharon tres
declaraciones. Cerca del mediodía, la primera en declarar fue Elsa Luján Luna, quien permaneció
secuestrada en La Cacha 38 días.
Elsa Luján Luna
En la madrugada del 14 de abril de 1977 personas de
civil irrumpieron en su casa y la secuestraron junto a su marido, Julio
Beltaco, quien permanece desaparecido. Julio militaba en la Juventud Peronista
y trabajaba en Hilanderías Olmos; ella no tenía militancia.
Después de un fuerte interrogatorio fueron llevados a
La Cacha. El hijo de pocos meses fue dejado con
la familia.
Elsa detalló en su extensa declaración las
condiciones de detención en las que permaneció durante su cautiverio, el
sistema de guardias, el trato de éstos, la relación entre los secuestrados, las
conversaciones y datos compartidos. Destacó que gracias a Rodolfo Axat y Ana
Della Croce pudo abrirse un poco al lugar y vencer el terror que la invadió
desde el primer momento. Con ellos pudo compartir muchas charlas, que recuerda
con sincera emoción.
Pudo ver por última vez a su marido el 26 de abril de
1977, el día de su cumpleaños; Julio cumplía 24 años y pudo conversar con él
unos instantes en una habitación aparte. Elsa contó que le costó mucho
reconocerlo, estaba muy golpeado y le costaba hablar a causa de las torturas.
Después fue llevada nuevamente al lugar en el que permanecía engrillada y nunca
más supo de él. Ella, que antes de ser secuestrada aun amamantaba a su hijo,
debía sacarse la leche para no enfermar.
Entre los secuestrados en La Cacha
mencionó a Esteban Cuenca, Roberto Martínez, Ignacio Cisneros, Ana María
Caracoche, Antonio Bettini, Luis Arenas, Mario Icardi, Patricia Rolli, Carlos
Rolli.
Supo que Cristina Marroco estaba embarazada e indicó
que se comentaba que había perdido su embarazo por las torturas que padeció.
Entre los guardias y torturadores mencionó a Cabo Sabino o Sabino, Tarzán, Palito, El Francés, El Griego, El Oso.
El 22 de mayo de 1977 por la madrugada le anunciaron
que saldría en libertad. La llevaron en un auto, atada de manos en el piso. Fue
dejada cerca de la República
de los Niños, en Gonnet, cerca de la terminal del 518. Después de recuperarse,
caminó hasta el lugar y tomó un colectivo. Al bajar cerca de su casa, corrió al
encuentro de su familia y pudo comprobar que su hijo había permanecido con la
familia.
Elsa contó que muchas veces pensó que moriría en La Cacha ;
pensó en la tortura, en el miedo a involucrar a otros y en los deseos de su
marido de que participara en la militancia política.
En segundo lugar declaró Sergio Daniel Beltaco, hermano de Julio Beltaco. Sergio era becario
en YPF y tenía 16 años cuando personas vestidas de civil, sin identificarse,
ocuparon su casa buscando a Julio. Él fue brutalmente golpeado, esposado de
pies y manos y fue obligado a indicar cuál era el domicilio de su hermano,
hecho que hasta el presente lo atormenta dolorosamente.
Sergio Daniel Beltaco
Después de encontrar a Julio, Sergio también fue
llevado a La Cacha en donde fue interrogado bajo tortura
por personas conocidas. Esa misma noche fue dejado en la zona de 7 y 524 con
los ojos vendados. En cuanto pudo, regresó a su casa.
Como consecuencia de la tortura recibida esa noche,
permaneció inmovilizado tres días. Al regresar a YPF, supo que había sido
despedido.
Una semana más tarde, personas con uniforme militar
atacaron nuevamente la casa de la familia Beltaco. Sergio fue golpeado y el
domicilio saqueado.
Tiempo después, volvió a casa de su hermano para buscar
objetos y ropa de su pequeño sobrinito. Una vez allí, fue atacado por tercera
vez por personas sin identificar. Esta vez se encontraban emboscados en la casa
de Julio, esperando capturar a algún compañero. Sergio fue golpeado y torturado
con submarino mojado. Finalmente, lo dejaron ir.
Mientras su hermano permanecía desaparecido, su padre
realizó innumerables gestiones. Nunca obtuvieron datos sobre él oficialmente,
pero sí a través de un vecino, quien en varias oportunidades dijo que Julio se
encontraba aún con vida. En determinado momento dejaron de recibir todo tipo de
información sobre él.
Los crímenes cometidos en contra de Sergio nunca
fueron castigados; en este juicio tampoco lo serán, ya que no está incluido
entre las víctimas.
Finalmente, declaró Reinaldo José Vignolo, quien tenía un estrecho vínculo de amistad
con Samuel Leonardo Slutzky. Reinaldo relató lo que supo del secuestro de su
amigo e hizo referencia a las ideas políticas que lo unieron a Samuel. En el
momento de su secuestro ambos adherían a una acción política no armada. También
contó las consecuencias sufridas por la familia Slutzky y el duro derrotero
hasta el exilio.
Reinaldo José Vignolo
Dijo que una vez abierto el período democrático fue a
la CONADEP a
denunciar la desaparición de su amigo. Recordó que en el momento esta denuncia
le parecía inefectiva, ya que la tarea de la Comisión sólo se limitaba
a la recolección de denuncias. Sin embargo, agregó, hoy piensa que aquellas
lejanas denuncias permitieron que el proceso de juzgamiento sea posible.
Fue una sorpresa que Ricardo indicara conocer al
imputado Claudio Grande. Como muchos otros habitantes de La Plata tuvo trato con el ex
agente de inteligencia por medio de su profesión, la veterinaria: Grande fue
veterinario de su perra a fines de la década del ´80.
Para el miércoles la audiencia fue convocada a las
10.00 hs. Se prevé la declaración de Daniel Bessone, Carlos Aurelio Bozzi,
Mabel Moralejo y Carlos León Platz.
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