Embarazadas

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miércoles, 20 de agosto de 2014

40° audiencia

La jornada del miércoles 13 de agosto de 2014, primera audiencia después del receso invernal, se inició con el pedido de aclaración al abogado Juan José Losinno respecto de un incidente que tuvo lugar en la última audiencia.
El abogado reconoció haber abordado a una testigo liberada de La Cacha para hacerle distintos comentarios sobre la documentación que presentó relacionada con Estanislao Chiara Vieyra, según explicó. Después de esto volvió a agregar más documentación sobre el círculo familiar de Chiara Vieyra. Más adelante, una de las querellas llamó la atención sobre una nueva aproximación del abogado Losinno a otro testigo.
Por su parte, el fiscal solicitó escuchar la declaración de una nueva testigo –que declarará próximamente- y la querella de Abuelas de Plaza de Mayo pidió que sean agregadas en la causa las copias pertinentes al estudio inmunogenético por el que se identificó al hijo de Laura Estela Carlotto y la copia de su partida de nacimiento.
A continuación se escuchó la declaración de Juan Carlos Nóbile, licenciado en antropología, docente de la Universidad Nacional de Rosario y colaborador del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), quien se refirió al trabajo realizado durante 2012 en el predio en el que funcionó La Cacha.
Declaró que Gendarmería estudió el terreno con un georradar para verificar las posibles alteraciones en el subsuelo. A partir de las zonas indicadas comenzaron las excavaciones en seis sectores.
En la zona de caniles el terreno aparecía modificado por la extracción de raíces de árboles, canalizaciones relacionadas con las instalaciones eléctricas antiguas y el enterramiento de perros. En el sector interno de lo que hoy funciona como un gimnasio se encontró la antigua pileta de refrigeración de la planta transmisora de radio. Ésta había sido rellenada con escombros y residuos que pudieron datar como pertenecientes al fin de la década de los ´90. En esa pileta además encontraron un elástico de cama de acero.
En un tercer sector, cercano a lo que hoy funciona como comedor, y que se utilizaba como estacionamiento, encontraron los restos de lo que fue una construcción con sótano, con una vereda que la rodeaba. El piso del sótano se encontraba a 1,60 m de profundidad respecto del nivel del terreno. Encontraron también las bases de la unidad de transmisión con tabiques para sostener los equipos y canales para el paso de cables. Lo que fue el sótano de La Cacha se encontraba rellenado con escombros de la construcción superior y evidenciaban, según afirmó Juan Carlos, una demolición muy intensa por el pequeño tamaño de los escombros. También encontraron cimientos que correspondían a una cocina, un baño, salida de desagües, restos de una escalera de acceso.
Recordó además que entre los escombros que rellenabon el sótano encontraron diversos objetos, entre ellos una picana. También frascos de remedios, vainas de proyectiles y botones de uniformes pertenecientes al Ejército.
Otras tres zonas fueron excavadas pero no reportaron mayores indicios sobre La Cacha.
Después de un cuarto intermedio amplió su declaración indagatoria Jorge Héctor Di Pasquale, por teleconferencia desde Ezeiza. Primero hizo referencia a las limitaciones que piensa que tuvo su defensa por haber estado en Neuquén, asistiendo como imputado en un juicio similar a éste, sin poder seguir las audiencias por teleconferencia. Dijo que en aquel momento no entendía la acusación que se le hacía y que no contaba con los elementos para interiorizarse sobre ella. Indicó que para él se trata de causas con una gran connotación política. Refirió además que él había ofrecido como prueba libros y artículos de organizaciones político-militares de izquierda, declaraciones de actores de la época y otros que “operaron en la vereda de enfrente”. Luego indicó que en este juicio se lo acusa por hechos cometidos durante el año 1977 y que en Neuquén se lo juzga por el mismo período. Dijo haber llegado a La Plata el 20 de diciembre de 1977 y que en aquel momento no le dieron vivienda; tuvo que buscarla en Capital Federal y recién a mediados de enero de 1978 logró mudarse completamente. También señaló que Roberto Armando Balmaceda llegó con él al Destacamento 101.
No aceptó responsabilizarse por ningún hecho imputado pero reconoció que en 1978 fue Jefe del Grupo de Actividades Especiales de Inteligencia, cuyos objetivos eran dos: preparar agentes secretos para infiltrarse en Chile y dedicarse a la seguridad de las unidades militares en el marco del Mundial a realizarse aquel año. Señaló que sus superiores inmediatos fueron entonces Ricardo Alberto Ducrós y Alejandro Agustín Arias Duval. Negó recibir órdenes para detener personas, custodiar o trasladar detenidos o tener la capacidad para inscribir personas a disposición del PEN. Reconoció que en el Destacamento 101 tuvo alrededor de noventa subordinados a su cargo y que las actividades de cada sección dentro del Destacamento eran específicas. También señaló que cada Destacamento contaba con una organización diferente, incluso a veces poco relacionada con lo que indicaba el reglamento.

Después de esta declaración, las representantes de la querella integrada, entre otros, por la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos (AEDD) amplió su acusación sobre diecisiete imputados por delitos sexuales.
Se refirieron al tipo especial de violencia que constituye la tortura sexual, una práctica habitual en el marco del genocidio, que tiene como fin doblegar y someter a las personas. Para la víctima la violencia sexual representa más que una tortura y la reparación comienza con el reconocimiento formal para poder tomar las medidas adecuadas.
Solicitaron la ampliación de la acusación de Héctor Raúl Acuña, Miguel Ángel Amigo, Roberto Armando Balmaceda, Rufino Batalla, Gustavo Adolfo Cacivio, Jorge Héctor Di Pasquale, Raúl Ricardo Espinoza, Ricardo Armando Fernández, Claudio Raúl Grande, Emilio Alberto Herrero Anzorena, Juan Carlos Herzberg, Carlos del Señor Hidalgo Garzón, Isaac Crespín Miranda, Anselmo Pedro Palavezzati, Luis Orlando Perea, Carlos María Romero Pavón y Jaime Lamont Smart por tentativa de violación en perjuicio de Berta Noemí Itzcovich y Stella Maris Bojorge. También solicitaron la ampliación de la acusación por abuso deshonesto a los mismos acusados por todos los casos que cada uno ya tiene imputados por privación ilegal de la libertad y aplicación de tormentos.

Después de un cuarto intermedio, el defensor de Luis Orlando Perea –Martín Herrero Carré-, el de Claudio Raúl Grande –Juan José Losinno-, el defensor oficial ad hoc Martín José Adrogué y Jaime Lamont Smart se pronunciaron por el rechazo de la ampliación de la acusación solicitado anteriormente.

La próxima audiencia fue convocada para el viernes 15 de agosto a partir de las 10.00 hs.

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